Salvia Azul

Es una planta herbácea de tallos pilosos que no supera el metro de altura. Las hojas son de color verde intenso y forma lanceolada con el borde aserrado. Producen numerosas flores azules en espigas terminales que contrastan con el follaje y resultan muy decorativas. Florecen desde primavera hasta final de verano.

Se utilizan para formar macizos (combinan bien con plantas de flores rojas o amarillas), para borduras y en macetas para terrazas, patios y balcones.

Para que la Salvia azul luzca en todo su esplendor debe estar en una exposición de pleno sol y temperaturas cálidas aunque puede resistir alguna helada esporádica y de baja intensidad.

El suelo deberá ser ligero, estar bien drenado y contener materia orgánica si bien prosperan en suelos más pobres. La plantación y los trasplantes conviene hacerlos en primavera.

Los riegos serán regulares esperando a que al menos se seque la superficie de la tierra antes de volver a regar.

Basta con abonar, a principios de primavera, con un poco de humus, compost o estiércol.

Tras la floración conviene podar las flores marchitas y las hojas secas.

Son plantas de fácil cultivo que pueden sufrir enfermedades fúngicas si nos excedemos con los riegos.

Es posible propagarlas a partir de semillas sembradas en primavera y mediante esquejes. Conviene ir renovando los ejemplares cada 2-3 años pues van perdiendo atractivo. Presentación: En bolsa. H: 30 cm.